Muy buenos días a todos,
La verdad; pensaba hacer la entrada de esta semana de mayo florido sobre cartelería de propaganda política, por aquello de ir acorde con los tiempos. Pero lo pensé mejor. Y siempre que lo pienso mejor acabo haciendo lo que me gusta. Así que os voy a mostrar unas fotos de un joven pintor italiano llamado Giacomo Brunelli. Nos vamos de salvajes elecciones a naturaleza salvaje. ¿Ganamos con el cambio, no?.
Giacomo Brunelli; nacido en Perugia (Italia) en 1977 ya había estudiado comunicación internacional y trasteado con la antigua cámara japonesa de los años sesenta de 35 mm Miranda Sensomat de su padre antes de decidirse a realizar un curso de fotoperiodismo en Roma. Tras él se lanzó a las calles. Bueno, más bien, se lanzó a los campos en busca de estas imágenes de la fauna italiana sugerentes, llenas de misterio y ángulos imposibles.
Brunelli tiene un estilo de fotografiar que nos recuerda a nuestra querida María Moldes. Se da largos paseos a primera hora de la mañana, acercándose mucho a él. También él practica la caza fotográfica y para ello usa un objetivo descentrable que le permite tomar primeros planos de las imágenes des,de ángulos bajos e inclinados.
En cuanto a la técnica expositiva Brunelli dice usar solamente un objetivo de 50 mm con apertura 1,8 y 1/500 de velocidad normalmente. Giacomo ha probado con otros objetivos pero decidió que el de 50 mm era el más adecuado por la cercanía que busca con el sujeto y porque es la única lente (de las que ha utilizado) que le permite capturar las imágenes de los animales de una forma directa y violenta.
Declarado amante del cine negro, Brunelli subexpone sus fotografías para enfatizar el natural dramatismo del lado más íntimo de la naturaleza. Dedica mucho tiempo a la selección y edición de las fotos. Es un proceso que considera imprescindible si quiere elegir la imagen que comunique lo que él desea de la forma más eficaz y potente.
Creo que una de las cosas que me atraen más de sus capturas es el hecho de que Brunelli no se haya ido a buscar el aspecto más exótico de la fauna animal. Ha decidido impactarnos con otra visión de animales casi domésticos Sus modelos son perros, gatos y animales de granja habituados a la cercanía con el ser humano; patos, cerdos, caballos… Y con ellos realiza una extraña mezcla entre arte y documentación perfectamente reconocible a primera vista.
Cuando le preguntan al joven Brunelli el por qué de usar película analógica en lugar de seguir la senda digital, este lo tiene muy claro. Se considera un nostálgico y siente que en consecuencia le corresponde el formato analógico, y más concretamente el de un Kodak Tri-x 400. Además dice estar enamorado del grano y la textura que ofrece a las imágenes la película analógica. Por eso imprime sus fotos él mismo en su cuarto oscuro con la ayuda de papel Agfa Based.
En cuanto a sus referentes fotográficos entre ellos destacan Lartigue, Muybridge, Giacomelli, Frank, Klein y Winogrand.
Giacomo Brunelli reconoce que en su proceso de trabajo la provocación al animal es indispensable si quiere poder capturar alguna emoción que denote la interacción entre los dos seres, aunque siempre queda en un simple correr tras él en un momento dado o sorprenderle con la cámara para plasmar su reacción. En ocasiones la manipulación es necesaria, especialmente cuando se encuentra algún animal en la carretera. Digamos que a cambio de recogerlo de la vía mortal y salvarle la vida lo coloca estratégicamente bajo esa adorada luz de la madrugada para escanear su alma.
Os pueden gustar o no gustar sus fotos pero no me negaréis que personalidad tienen.
Con estos dulces animalitos os dejo hasta un muy próximo Mistolabis.
Disfruten del caloret
Candela Zarútina