Tuvimos una clase con la fotógrafa María López Castellanos, como parte del curso de fotografía avanzada, donde nos presentó sus propios proyectos, así como algunos de los fotógrafos contemporáneos que admira. La lección no fue una mera charla, María nos involucró inmediatamente al pedirnos reflexionar sobre tres cuestiones muy importantes relacionadas con la fotografía y más tarde, nos invitó a contestar una por una a las siguientes preguntas:

¿Qué es la fotografía?

¿Por qué empezaste a hacer fotos?

¿Qué te inspira?

Hoy voy a hacer estas preguntas a una compañera fotógrafa española contemporánea y artista multidisciplinar, Beatriz Glez Sa.

Formación

Eres licenciada en BBAA y tienes un Grado en fotografía. Empezaste a dibujar y pintar antes de hacer fotografía ¿cuándo empezaste a hacer Arte y que te condujo en esa dirección?

Uso el arte desde que puedo recordar, pero empecé mis estudios especializados en torno a los dieciséis años, hice un bachillerato artístico que me condujo a estudios universitarios posteriores.

Para mí el arte siempre ha sido una manera natural de comunicarme conmigo misma y con mi entorno, me ayuda a poder expresar mi experiencia vital de una forma más congruente, ya que la expresión verbal, no sirve para abarcar a penas una parte, de todas las cosas que experimento y también me ayuda a hacer efectiva la voluntad de conectar y comunicarme con otras personas. Para finalizar, también posibilita crear juntos, de manera colectiva o colaborando, esa es una de las posibilidades que el arte hace posible.

¿Cuándo empezaste a hacer fotos y por qué decidiste especializarte en este campo en vez de seguir con la pintura?

En mi segundo año de Bellas Artes, debía optar por una especialidad. En un principio resultaba notorio que me decantaría por pintura pero un documental cambió mi trayectoria. “El Arte de Nilsson. Fotografiando lo invisible” del Fotoperiodista y Fotógrafo científico sueco Lennart Nilsson. fue una foto de su reportaje “La caza del oso polar en Spitzbergen” (1947) la que definitivamente lo cambió todo, se trata de una foto en la que una cría de oso se erige sobre el cadáver de su madre muerta a golpes y está debatiéndose con un cazador que esgrime un palo contra ella. Esa foto me conmocionó. Fue publicada por la revista Times magazine e hizo que la opinión pública se alzase en protesta para la prohibición de esta práctica cruel.

Lennart Nilson, Caza del Oso Polar

Pensé que la fotografía podía impulsar el cambio, traspasar fronteras, entonces decidí optar por la especialidad de imagen (cine, video y fotografía)

¿Ha cambiado tu interpretación de la fotografía con el tiempo? ¿y de qué manera?

Susan Sontag en su libro “Sobre la fotografía” afirma que “Las fotografías son una interpretación del mundo tanto como las pinturas y los dibujos” Creo que en este sentido ha cambiado mi interpretación del mundo, en la misma medida que se ha producido una evolución y transformación personal, que por tanto ha hecho variar mi interpretación, es decir, mi manera de entender el mundo y eso se refleja en mi obra.

Nada mejor que las palabras del gran Henri Cartier-Bresson para expresar la fotografía que yo concibo, “ En fotografía hay una plástica nueva, función de líneas instantáneas; Trabajamos en el movimiento, una especie de presentimiento en la vida, y la fotografía debe tomar en el movimiento, ese equilibrio expresivo. Un equilibrio que debe establecerse entre esos dos mundos, el interior y el exterior que, en un diálogo constante, forman uno solo y ese es el mundo que debemos comunicar”

Obtuviste una beca con la Universidad de Nottingham Trent en el Reino Unido ¿Cómo surgió eso? ¿Cómo fue estudiar allí y qué proyectos hiciste?

Eso fue un gran acontecimiento para mí, trabajé mucho en el portfolio que debía presentar para solicitar la beca.

Nottingham Trent University es una reputada universidad en toda Europa, muchos grandes artistas han surgido de allí, así que yo tenía un venerable respeto y era consciente de que debía trabajar intensamente para poder estar a la altura, mis carencias idiomáticas  y tecnológicas en comparación con mis compañeros debían suplirse con una total dedicación. Alquilé una cámara SLR.

Para mi proyecto final de fotografía hice cuatro proyectos en uno: “All those simple things”  (“Todas aquellas cosas simples”) que pretendía expresar el momento vital que estaba viviendo y las novedades además de las cuestiones que resonaban en mí. El proyecto estaba formado por cuatro temas (subproyectos) principales “How life and death are intertwined”  (“cómo la vida y la muerte están entrelazadas”), “Intimacy” (“Intimidad”),“Relationships” (“Relaciones”),“Several Details” (“Varios Detalles”)

‘Intimacy’ fue el trabajo más complicado de realizar, es una exploración y reflexión sobre la intimidad, es decir, lo que consideramos íntimo, todo aquello que preferimos no mostrar a los demás y también quería averiguar qué es lo a lo que más resistencia prestábamos.

Hice fotos sobre sexo e intimidad en pareja, depilaciones íntimas, en el servicio, sobre la taza del retrete… y sorprendentemente, no tuve mayores reticencias para encontrar personas que les interesara el proyecto y quisieran formar parte, hasta entonces pero todo cambió cuando pedí personas llorando, un llanto auténtico, no fingido que para mí, era la parte más importante y reveladora del proyecto. Tuve que contactar con una actriz para que fingiera el llanto y finalmente me vi obligada a dirigir la cámara hacia mí para capturar un llanto real, me costó muchísimo elegirlas y exponerlas a mis compañeros. Buscaba autenticidad y debía seguir mis propias reglas porque eso era parte del proyecto.

Influencias

¿Qué artistas han influido en tu obra y en tu forma de ver el mundo?

Bueno, llevo toda la vida interesada en el Arte, son incontables los artistas que me han influido, Goya , Van Gogh, Klimt, el inigualable Joan Miró que me conmovió y sigue resonando en mí, de forma muy profunda.

Artistas importantísimos se han sucedido: Jenny Holzer, Marina Abramovic , Krzysztof Wodiczko, Mark Rothko, Jackson Pollock,  Antoni Tapies,  Francisco Ruiz de la Infante, y muchos otros.

Joan Miró – Este es el color de mis sueños, 1925

¿Qué fotógrafos contemporáneos te inspiran?

Ha habido muchos fotógrafos  que me han inspirado e influenciado, y otros muchos que encuentro que su trabajo es muy interesante y sigo su obra.

De los que me han influenciado, el primero de todos sería, por supuesto, Lennart Nilsson, como ya he comentado, y siguiendo su senda Ana Mendieta, Sophie Calle, Martin Parr, Cindy Sherman, Nan Goldin, Duane Michaels, Joan Fontcuberta.

De Fotógrafos actuales, Ana Álvarez-Errecalde y sus Histologías y el trabajo de Azar Emdad, son muy interesantes y sin duda alguna el proyecto “IctusTransformació” por Miguel Ruiz Avilés, un fotoperiodista catalán de guerra al que tengo el privilegio de conocer en persona, el cual sufrió un ictus cerebral y utiliza la fotografía como medio de recuperación, es una obra encomiable que nos muestra la resiliencia humana y el poder de la creatividad.

¿Cuán importante es para ti estar en contacto con otros artistas y fotógrafos y saber acerca de su trabajo?

Creo que es esencial estar en contacto con otros artistas, es un diálogo recíproco e inspirador , la creatividad personal está conectada a un flujo colectivo y se nutre de la interacción con otros al mismo tiempo que de la relación interior con nosotros mismos.

¿Qué es lo más importante acerca de tu contacto con ellos?

Creo que la interacción y relación directa con artistas, además de inspiración y entusiasmo compartido, posibilita también la colaboración. Considero que esta forma de trabajar es una de las más gratificantes y enriquecedoras que hay.

Hay una cita que es una de mis favoritas y que Joan Miró utilizó para incentivar la colaboración artística de la que él hacía gala en sus muchas colaboraciones artísticas: “La pintura de caballete es para el reposo y crear poesía, ¡y eso está muy bien! Pero hay que ir hacia obras de mayor envergadura humana y colectiva, casi anónimas.”

Proyectos

¿En qué proyecto estás trabajando últimamente?

Llevo tres años trabajando en un proyecto personal en el que cuento con la colaboración de un brillante elenco de artistas; bailarines y músicos principalmente. El proyecto se llama “Creating Dance Underwater” (“Creando Danza Bajo el Agua”)

Es un proyecto alegórico que usa la danza para representar los pasos a seguir, tanto para conseguir la creatividad e iniciar el proceso creativo, como para recobrar la salud en un proceso terapéutico. Se valora sobre todo, la gestión emocional, como base para conseguir un equilibrio mental y una liberación de los automatismos y divagaciones mentales que nos hacen enfermar y nos constriñen frente a la creatividad y la salud. Se habla del camino conducente a la conciencia plena, como experiencia transformadora de donde surge nuestro ser esencial y que da paso al cultivo y la expresión de las cualidades más positivas del ser humano.

Sobre esta base se gesta un proyecto que utiliza la fotografía subacuática como herramienta principal y a partir de la misma surgen también el video, la danza por supuesto, y más adelante,  la música, la pintura y el dibujo. Un proyecto que aboga por la convergencia disciplinar y por la colaboración creativa.

Se crea partiendo de cuatro objetivos básicos: motivar y promocionar la creación artística, potenciar la creatividad, promover la plena consciencia y promover también la salud. Está pensado y dedicado muy  especialmente para todas aquellas personas que sufren cualquier tipo de enfermedad física o psíquica, con la esperanza de que puedan encontrar en este proyecto conceptos y bases en las que trabajar en su proceso de recuperación, camino de la salud, entendiendo por salud, algo mucho más profundo y pleno que la mera ausencia de enfermedad.

Todas las bailarinas y bailarines son profesionales y amateurs, que han llegado a la danza después de años de constante entrenamiento. Para mí era esencial que dominaran el arte de la danza. Las fotos y vídeos se producen no como una simbolización de la danza, es decir los bailarines haciendo poses, sino como la documentación artística de la creación de la danza por parte de los bailarines. Un encuentro creativo en el que la danza y la fotografía se encuentran en “instantes decisivos” aludiendo a Cartier-Bresson.

Desarrollar la creatividad por medio del arte, es aprender habilidades en un nuevo medio, como aprender a bailar bajo el agua, pero ciertamente también hay que aprender de nuevo las habilidades perdidas en la recuperación de una enfermedad física o psíquica, es muy complejo y arduo volver a aprender algo que dominabas y que es sólo un recuerdo difuminado a volver a aprehender.

 

Para los bailarines, que dominan la danza, bailan profesionalmente en escenarios y enseñan a alumnos de conservatorio, es una dificilísima prueba psicológica sumergirse en un medio ignoto, con sal en los ojos que les ciega, sin oxígeno, sin gravedad, y con frío y cansancio en ocasiones, aprenden nuevamente desde el principio con el recuerdo de lo que en tierra firme les convirtió en maestros.

Por eso la colaboración con estos artistas ha sido esencial en el desarrollo del proyecto, todos ellos han hecho un trabajo maravilloso, se han arriesgado al fracaso y han conseguido mucho más que bailar bajo el agua, crear danza y potenciar su resiliencia, algo esencial en el ser humano.

Debo mencionar que Teresa Hernández, música profesional y bailarina, que ha estado conmigo desde casi el principio del proyecto, ha sido y sigue siendo decisiva en el mismo, los demás bailarines siguieron su senda para crear juntos un trabajo que habla sobre la resiliencia, el poder de la creatividad y el camino hacia la salud.

 

¿Cuándo surgió la idea de hacer fotos de bailarines en el mar?

En mis prácticas diarias de mindfulness, encontré un lugar excepcional para practicar los ejercicios físicos y mentales, debajo del agua, la facilidad con la que podía permanecer en el momento presente, me fascinó, comencé a realizar fotos bajo el agua, fotos a la incidencia de la luz sobre el agua, las reflexiones del agua, burbujas, pequeños detalles que me fascinaban, como nunca antes lo habían hecho, más tarde empecé a fotografiar peces y medusas. Gracias a la cadencia del mundo submarino, al movimiento sinuoso y harmónico de la cotylorhiza tuberculata (una variedad de medusa del mar mediterráneo) pensé en el arte de la danza y cómo encajarían bailarines creando danza bajo el agua, bajo el agua todo tenía sentido.

«Fotografiar es poner la cabeza, el ojo y el corazón en el mismo punto de mira» Henri Cartier-Bresson

De todas las danzas que has incluido en el proyecto,  ¿cuál es la más importante para ti?

La danza contemporánea es la que ejemplifica el estado de plena conciencia. Pero sin duda mi danza favorita para el proyecto es Butoh.

Butoh es una danza japonesa que nace después de los atentados de Hiroshima y Nagasaki, entre un profundo dolor.

Tatsumi Hijikata y Kazuo Ohno que estudiaron con Mary Wigman (expresionismo alemán) deciden volver a sus raíces y comienzan una introspección que da como resultado el Butoh o danza de la oscuridad. Es una danza con raíces en el budismo Zen y el teatro Noh.

     

 

Es el encuentro con la realidad más esencial del ser, a través del sufrimiento, mediante la no resistencia (“aquello a lo que te resistes, persiste” Carl Jung)  y la aceptación del mismo, se transmuta como si de una alquimia tratase.

“ La oscuridad, es el mayor tropo de Butoh, no es una corrupción de la carne para ser purificada, como en la alquimia bíblica, más bien – como en las explicaciones Jungianas de alquimia – la oscuridad del material es algo que debe ser experimentado conscientemente antes de que la transformación y de la integración tengan lugar. Algunas formas de danza purifican el movimiento a través de la geometría y la sublimación corporal, como en el ballet cásico y su influencia es continua en las técnicas de danza contemporánea”  Butoh: Danza metamórfica y alquimia global. Sondra Fraleih.

Hiciste mención de ‘mindfulness’, ¿te importaría explicarlo de forma más detallada?

‘Mindfulness’ es un conjunto de estrategias y técnicas de entrenamiento mental con fines terapéuticos y de bienestar.  También considero que hay una correlación con el proceso creativo.

‘Midfulness’ es según Jon Kabat-Zinn“ prestar atención de una manera particular; a propósito, en el momento presente y sin juicios.”

Es un entrenamiento específico que persigue la abolición de los automatismos en el camino hacia la consecución de la conciencia plena. Es una adaptación laica de las prácticas de meditación tibetanas. Con ello se consigue, regulación emocional, mayor concentración, fortalecimiento del sistema inmunológico además de otros muchos beneficios físicos y mentales. Está siendo aplicado en psicología clínica desde hace más de treinta años, con excelentes resultados que han revolucionado las psicoterapias.

En este momento estás estudiando para una maestría en arteterapia. ¿Por qué elegiste este tema?

Ha sido un largo proceso vital el que me ha conducido a estudiar arteterapia. Son muchas las razones que me llevaron a querer especializarme en esta forma de psicoterapia, para poder dedicarme a trabajar con otras personas en su recuperación, a desarrollar la creatividad de las personas y también tengo un gran interés por la aplicación de la arte en diversos campos que puedan resultar útiles y transformadores

Estoy estudiando el primero de tres años de entrenamiento, es decir el Postgrado, Máster y prácticas clínicas.

¿Se puede utilizar la  fotografía como una herramienta para curar?

Si, se denomina Fototerapia, es una de las herramientas en que me gustaría centrarme para su uso terapéutico especializado.

Una de las pioneras de la fototerapia es Judy Weiser, ofrece talleres, entrenamiento intensivo, y ayuda en diferentes países de Europa, Estados Unidos  y Canadá.

También Elena Vallet  es una arterapeuta especializada en fotografía,  a la que tuve el placer de conocer cuando era la conductora de mi grupo arterapeútico de mi diplomatura en  arteterapia. Una gran profesional, formada con Judy Weiser entre otros.

¿En qué otros proyectos estás trabajando actualmente?

He empezado a trabajar con el concepto de Kintsugui , que es el arte japonés de reparar cerámica utilizando oro, se cree que las piezas son más valiosas porque han sido transformadas por el sufrimiento.

 

 

 

La primera obra ha sido un body-painting en el que trazo líneas doradas por el cuerpo, dibujos, escritura y otros símbolos como metáfora de la curación.