Después de haberte gastado un buen dinero en tu equipo fotográfico, es posible que lo último que quieras es encontrar una mota de polvo en esa fotografía que tanto te gusta. Y aunque hoy por hoy, es fácilmente subsanable con los programas de edición actuales, no todas las manchas pueden resolverse de manera óptima.

Mantener tu equipo en buenas condiciones y limpio conseguirá que este dure más tiempo y obtendrás una mejor calidad de imagen.

En este artículo te vamos a explicar cómo limpiar adecuadamente tu equipo fotográfico (cámara, objetivo y sensor) tanto de forma interna como externa. Ya verás que es más sencillo de lo que pueda parecer en un principio.

Limpieza externa

Lo primero que vamos a limpiar es la parte exterior de la cámara y el objetivo. Esto ayudará a evitar que la posible suciedad que haya en la carcasa pueda entrar al sensor cuando cambies de objetivo.

Para ello vas a necesitar:

• Un paño de limpieza humedecido con agua.
• Una pera de aire (al final te recomiendo la más potente).
• Un cepillo de limpieza tipo lápiz.
• Alcohol isopropílico.
• Un paño de microfibra especial para objetivos.

¿Cómo hacerlo?

• Lo primero es empezar por el cuerpo de la cámara. Para ello tan solo necesitarás un paño ligeramente húmedo, y pasarlo por la cámara. Es importante que no esté muy mojado, en tal caso puedes secarla con otro trapo.
• Lo segundo es el objetivo, utiliza la pera de aire para eliminar las motas de polvo y residuos que pueda haber en la lente.
• Después utiliza el cepillo y termina de eliminar los residuos que no haya salido al soplar con la pera.
• El tercer paso es humedecer un paño de microfibra con una gota de alcohol isopropílico, y al igual que en Karate Kid, hazlo en círculos empezando desde el centro.

Si tienes filtros protectores para la lente, puedes repetir este mismo proceso. En caso de no haberlo conseguido a la primera, repite el proceso una segunda vez.

¡Y listo, parta externa de equipo fotográfico limpia!

Limpieza interna de una cámara fotográfica

Ahora que tienes la parte externa impoluta, ¿qué pasa con el interior? Muchas veces el problema de que una fotografía tenga motas o manchas es porque el sensor tiene algo de suciedad, en estos casos tienes varias opciones, o llevarla a un local especializado o hacerlo por ti mismo.

A día de hoy la mayoría de las cámaras se las puedes limpiar tu mismo con las herramientas adecuadas, pero siempre es recomendable consultar el manual de la cámara, busques en algún foro o contactes con el fabricante.

Quizás te de algo de respeto hacerlo por ti mismo, en ese caso puedes llevarlo a una tienda especializada, pero tendrá un coste más alto que hacerlo tu.

Vale, has decidido hacerlo por tu y te preguntas qué es lo que necesitas.

• Un lugar sin viento y limpio, donde haya poco polvo.
• Alcohol Isopropílico
• Bastoncillos específicos de limpieza de cámaras fotográficas. (Los de las orejas no, por favor).

Ya tienes el material, ¿cómo hacer la limpieza del sensor?

Si tu cámara tiene le sensor estabilizado, debes activar el modo limpieza de y realizar el trabajo con la cámara encendida, de esta forma la cámara fijará el sensor y podrás limpiarlo con seguridad.

En caso de tener una mirrorless son estabilizador podrás realizar la limpieza con la cámara apagada.

Sabiendo esto, los pasos a seguir son:

• Activar el modo limpieza manual (si es tu caso).
• Echar 2 gotas de alcohol isopropílico en el bastoncillo. Mueve el bastoncillo para que el liquido se distribuya correctamente.
• Con la parte húmeda del bastoncillo haz una pasada por el sensor de forma que nunca pase dos veces por el mismo lugar. Hazlo suavemente y con delicadeza.
• Con la parte de seca del bastoncillo, realiza el mismo movimiento para secar el sensor.
• Puedes repetir el proceso anterior con un nuevo bastoncillo por si hubiera quedado alguna mota rebelde.

Nota: Depende del tamaño de tu sensor deberás comprar un tipo de bastoncillo adecuado a su tamaño.

¡Y ya está! Cámara fotográfica limpia y lista para tu próxima sesión.